Demeures et Châteaux, Hôtel de la Porte Saint-Malo, está situado en Dinan, en el valle del Rance, a 5 minutos del centro medieval. Anclado en la calle más antigua de la ciudad, este edificio típicamente bretón está idealmente situado para pasear. Siga la Rue de Jerzual, espina dorsal de la ciudad, hasta la Edad Media. Mire donde mire, artesanos, pintores y maestros vidrieros exhiben con pasión sus excepcionales habilidades. Las callejuelas le conducirán a la Place des Cordeliers y a la Place des Merciers, donde las fachadas entramadas hablan de los ecos de antaño. Dinan también es famosa por su Maison de l'Horloge, su jardín inglés, su castillo fortificado y sus imponentes murallas. A continuación, déjese guiar hasta el puerto, donde los barcos bailan suavemente al ritmo del río Rance. Estas orillas son el punto de partida perfecto para un paseo por la campiña. Recorra a pie o en bicicleta el estuario, salpicado de esclusas y encantadores pueblos bretones. Descubrirá un valle con muchas caras. En particular, deténgase en Léhon, una pequeña ciudad con un fuerte carácter.
Dinan es también un buen punto de partida para visitar Saint-Malo, Dinard, Mont-Saint-Michel y Rennes. Una bonita escapada entre mar y tierra.
En el corazón de Dinan, el Hôtel de la Porte Saint-Malo se erige orgulloso como el guardián silencioso de siglos pasados. Este edificio de elegancia atemporal se encuentra frente a la Porte de Saint-Malo, una de las cuatro entradas principales de la ciudad medieval. En la década de 1930, estos muros de piedra albergaban la fábrica de sidra "Au café de la Commune Libre", así como alojamientos residenciales. Aunque la historia pasada de este ilustre edificio sigue rodeada de misterio, este enigma no hace sino aumentar su cautivador encanto. Así nació "Chez Yvette". Un bar emblemático y la parada favorita de los Dinannais de camino al instituto Fontaine des Eaux. Más tarde, la visionaria Yvette transformó los espacios adyacentes en habitaciones. Entonces acogió calurosamente a viajeros y veraneantes. Hoy, bajo la dirección de Roxana y Kevin, el lugar entra en un nuevo capítulo. Entre los dos, representan la cuarta generación de hoteleros al frente de este hotel patrimonial. Con el tiempo, el antiguo bar ha dado paso a un hotel boutique.
Tras las obras de renovación, el establecimiento brilla con un nuevo esplendor, al tiempo que conserva con delicadeza su esencia original. Los vestigios de su ilustre pasado, como la majestuosa chimenea de granito, sigue